“Destruction leads to a very rough road but it also breeds creation” cantaban los Red Hot Chili Peppers en su Californication, pues mucho tiene que ver con este proyecto, que ha nacido en el momento más dificil para todos, en plena pandemia y cuando no se veía ninguna buena esperanza para el futuro.
Os presento el GOZO – Napulitan Slow Food, una pizzería/hamburguesería que he tenido la oportunidad de seguir desde su principio gracias a la mente visionaria de su dueño y mi querido amigo Marco Conte. Después de muchas idas y vueltas hemos logrado algo especial en la ciudad de Sanlúcar de Barrameda, Andalucía, un espacio que se ha convertido en hogar para muchos de sus clientes.
Tomando la referencia de las típicas calles de Nápoles, mi propuesta de diseño ha sido proyectar un pequeño trozo de nuestra Ciudad en España: hemos dejado los materiales a vista en las paredes de ladrillos, los azulejos en el suelo (algo que por cierto tenemos en común con los españoles) y utilizamos laminas de metal para poder pintar murales y darle ese aspecto callejero que se junta con lo tradicional de la madera y del horno a leña, elemento imprescindible para cocinar la verdadera pizza napolitana.
Para ver el proceso de trabajo del diseño de logo y de la identidad de marca haga clic aquí
Aprovecho este día en que se celebra la diversidad en Nápoles para contar mi experiencia en el extranjero en relación con la inclusión y la diversidad en el sentido más amplio del término.
Durante el mes de Mayo fui promotora, junto con mis colegas del estudio ATMOSFERA-de arquitecturas y afines, Rafa y David, del proyecto “Tu Barrio-Tu Juego” que fue seleccionado por la Intendencia de Montevideo (Uruguay), junto con otros nueve, para ser estudiado, desarrollado y construido durante un laboratorio de colaboración ciudadana que duró diez días.
Se trataba de llevar a cabo el proyecto de un prototipo de JUEGOS MODULARES INCLUSIVOS PARA NIÑOS Y NIÑAS, desde el dibujo en papel, la experimentación con maqueta en escala 1:10, hasta la escala real 1: 1 con la consiguiente instalación en el espacio público.
Tuvimos la oportunidad de trabajar junto con un grupo de diez colaboradores/as y los/as integrantes de dos cooperativas de viviendas de Ciudad Vieja (Puerto Fabini y La Kolonia) que venían planteando la necesidad de equipar con juegos infantiles la Plaza Canillita (Plazoleta OIT), entonces hemos estudiado y construido esta divertida estructura de juego que atrajo a más niños/as y adultos de lo que imaginábamos.
El aspecto interesante, además del intercambio generacional y cultural, fue la metodología horizontal de diseñar y trabajar juntos/as, sin ninguna presunción o deseo de prevalecer sobre los demás, respetando el género, el color de la piel, los pensamientos de los participantes.
Las configuraciones de los juegos salieron de un diseño colectivo y de la decisión de los usuarios que lo iban a utilizar. Más allá de la estructura del juego, la idea fue crear, a través de una metodología alternativa de diseño y colaboración colectiva, una intervención en una plaza pública en Montevideo, desarrollando una conexión directa entre los ciudadanos y la institución.
Los juegos, pensados como un micro-territorio lúdico construido en madera, siendo modulares, son fácilmente reconfigurables, reemplazables e incluyen materiales reciclados, especialmente para la creación de paneles sensoriales, teniendo en cuenta la integración de la vista, el tacto, el oído, el olfato, la propiocepción y el sentido vestibular, para que sea fácilmente accesible y utilizable por cualquier tipo de persona.
Agradezco a:
El equipo técnico de Mañana Labs, y la Intendencia de Montevideo.
Los colegas, Rafael La Paz (Uruguay), David Napodano (Italia)
Los colaboradores, Uruguay__Graciana Albertoni, Adriana Bozzo, Luciana Buglioli, Claudia Etchenique, Clara Lagarriga, Adam Lahouratate, Santiago Martínez __Argentina – Manuel Ruiz __ Perú – Gerardo Smith__ y los/as ciudadanos/as que participaron.
Los módulos que conforman los juegos fueron diseñados previamente por parte de los promotores, el equipo del estudio Atmósfera Colaborativa, a partir del concepto del Tangram, un juego chino que consiste en un puzle de siete piezas de geometrías simples.
Trabajo de mesa durante los laboratorios buscando configuraciones posibles
Días de armado colectivo en MUMI, se pasa de la escala 1:10 a la escala 1:1
Prueba de instalación en el Cabildo inauguración en la Plaza Canillitainauguración en la Plaza Canillita
No se necesita mucho para entender que las diferencias no existen y que somos todos/as ciudadanos/as del mismo mundo.
Ya pasaron dos años desde que decidí quedarme a vivir aquí. En ese día llegué llena de esperanzas y de miedos en un país desconocido. Luego de estos tiempos largos puedo decir que estoy agradecida por todo lo que me dio y que me sigue dando ese lugar. Las personas hermosas que conocí nunca me hicieron sentir sola, hice nuevos amigos y nuevas pasiones me están llenando el corazón. No ha sido fácil dejar todo atrás y sigue siendo triste estar lejos de mi familia y de mis amigos de la vida, pero los tengo todos cerca en mi pensamiento y cada vez que me escriben o me envían una foto desde Italia. Hoy soy una persona nueva gracias a las experiencias que estoy adquiriendo cada día, y la conciencia de cuán grande es el mundo para ser explorado. Me enamoré de Montevideo y amo la sensación que pruebo cada vez que miro un atardecer siempre diferente en la rambla, me enciende de vuelta la fantasía dándome la gana de soñar el futuro y seguir peleando para que se vuelva realidad.
Guardo in una vetrina queste case di bambole fatte di cartone pressato tagliato a laser, e ricordo con nostalgia tutti quei giorni passati a incollare mobilucci e scale costituite da un semplice foglio piegato a fisarmonica.
Correva l’anno 1996 quando iniziai a stancarmi dei “polly pocket” che collezionavo (erano casette superpiccine tascabili), presi i primi pezzi di carta e cartone che incontrai e cominciai a ritagliarli ed incollarli formando piccoli nuovi spazi attrezzati su misura della “bambolina” preferita: il risultato era molto piú divertente dei giochi normali.
Anni dopo ti ritrovi nel mondo del lavoro a dover fare lo stesso per un cliente, lottando con tutto quella che é la realtà costruttiva, ma il punto non é questo, l’importante é non accontentarsi dello standard e delle cose comuni, cercare sempre il modo di andare oltre e di disegnare e costruire il mondo che piace a noi.
Non mi ritengo una che “l’architettura ce l’ha nel sangue”, anzi quotidianamente mi metto in discussione, ma l’attitudine di complicarmi e di risolvere alcune situazioni in maniera solitaria ed insolita quello si, e la vedo riflessa sopratutto nell’essermene andata via da quella città che ormai mi stava stretta.
Penso che non bisogna avere paura di cambiare, né di crescere, né di scegliere, perché anche la cosa peggiore puó portare a conseguenze migliori di quelle che pensavi o generare nuove opportunità che altrimenti non si sarebbero presentate.